domingo, abril 22, 2012


El traje de Verdugo

Los acontecimientos que narraré a continuación, ocurren en una escuela de un lugar muy alejado de las grandes ciudades, donde la gente vive en armonía y cooperación. Esta escuela se destaca por ser la mejor de la comunidad, especialmente por el valor humano de sus estudiantes.
En un intento por innovar y mejorar las clases que realiza un profesor, invita a un grupo de estudiantes a proponer una actividad que sea novedosa y creativa; en ese intento, un grupo de tres estudiantes propone llevar a cabo una dramatización de un problema social que afectó a un estudiante del grupo. La idea inicialmente le agradó al profesor e incentivó la realización del proyecto que consistía básicamente en mostrar a sus compañeros de curso el trato injusto que había sufrido uno de los integrantes del grupo que trabajó durante el verano en la construcción de una casa como obrero y el maltrato que había sufrido por su jefe que no le pagó el sueldo, lo humilló e intentó agredir físicamente.
Durante dos semanas planificaron la actividad meticulosamente, de tal forma que, les permitiese recrear los hechos de la manera más cercana a la realidad vivida.
El día de la exposición, no fue un día más de trabajo en la vida del profesor y los estudiantes, según el docente, se sentía algo extraño en el ambiente, como si algo fuera de lo habitual pudiese ocurrir, quizás por lo caluroso de la mañana a pesar de ser un día de invierno o por lo silente que estaba el curso que se caracterizaba por ser bastante bullicioso. A pesar de poseer estas sensaciones, el profesor da la bienvenida alegremente y entrega las instrucciones para generar las mejores condiciones que permitan que los estudiantes lleven a cabo su dramatización; menciona que requiere el máximo silencio y espera que estén todos muy atentos para generar el dialogo reflexivo final que asegure que todos aprendan la lección del día.
Los integrantes del grupo eran tres; Héctor, Felipe y Luís. Los tres eran amigos y compartían gran parte del día entre actividades deportivas y académicas. El día de la presentación, Héctor iba a representar al jefe violento que contrató a Felipe que a su vez era el obrero agredido, Luís era el padre de Felipe que intervenía en la presentación como apoyo emocional al hijo maltratado.
Para darle un sentido más lúdico a la presentación, Héctor se caracterizó de verdugo, con un traje café que parecía una túnica, un cinturón de cuero, un látigo de cuero negro y su respectiva capucha que le daba un toque tenebroso; Felipe de obrero con un overol gris, zapatos de seguridad negros con barro seco a su alrededor y un casco de seguridad de color amarillo y Luís con un terno de color azul, una corbata amarilla y una camisa café.
La presentación se llevó a cabo dentro de lo que podríamos considerar normal, es decir, planteando el caso como se vivió, según el punto de vista del agredido. El desarrollo de la obra estuvo acompañado permanentemente por las risas de los compañeros curso, ya que, en ocasiones la presentación fluctuaba entre la tragedia y la comedia. Hasta ese momento, todo se remitía a una actividad escolar como las que se llevan a cabo en muchas parte del mundo, pero algo cambió el destino de los estudiantes y el profesor. En una parte del desarrollo de la dramatización, Héctor, simbólicamente, debía castigar suavemente con un látigo a Felipe, la planificación previa de los integrantes del grupo, pretendía que en ese momento los compañeros de curso se rían a carcajadas y además reflexionaran desde el humor negro lo trágico del problema, obviamente, Héctor poseía la capacidad teatral para llevar a cabo esta escena sin dificultad, lamentablemente, no siempre las cosas funcionan como se planifican y este caso comprueba esta afirmación.
En el momento que Felipe le dice a Héctor que el pago no es el prometido, Héctor saca un látigo y comienza a golpear suavemente a Felipe, inicialmente todos los integrantes del curso se ríen a carcajadas, Héctor cada vez que le pega un latigazo acompaña el movimiento corporal con gestos de rabia y odio en su rostro que después de quinto latigazo ya no son parte de una actuación. Los latigazos son cada vez más violentos y el profesor se da cuenta de esto y junto a tres compañeros trata de frenar a Héctor, pero no pueden, ya que, Héctor esta poseído por un espíritu maligno que impide que la fuerza de una persona pueda contrarrestar sus movimientos, los niños tratan de arrancar de la sala de clases, pero Héctor con su mirada bloquea las puertas y las ventanas, el día soleado comienza a oscurecerse y los relámpagos comienzan a apoderarse del cielo, el calor inicial es reemplazo por un frío intenso y los estudiantes no pueden ser escuchados, ya que, extrañamente pierden la voz. En ese preciso momento, el inspector de la escuela pasa por fuera de la sala de clases realizándo la típica ronda disciplinaria matinal y observa por la ventana de la puerta la ejecución de una actividad académica normal, dándose cuenta que las risas que se escuchaban en su oficina son producto de esta actividad pedagógica, ya que, cualquiera que pasa por fuera de la sala de clases está incapacitado de ver lo que acontece en la mentes de los estudiantes.
Héctor esta poseído y posee las mentes de sus compañeros y profesor. La angustia se apodera de ese lugar. En el preciso momento que Héctor se dispone golpear a Felipe y dañarlo gravemente, Luís logra vencer el dominio mental de Héctor y lo agarra de las manos quitándole el látigo, ante esto Héctor trata de golpear a Luís, pero este es más rápido y lo sostiene con una mano y con la otra le quita la capucha del traje de verdugo y nota que su fuerza disminuye considerablemente, posteriormente le suelta la mano y le quita el traje de verdugo y se da cuenta que Héctor cae y se desmaya. Las mentes de sus compañeros se liberan y todos caen desvanecidos sobre sus mesas, dos minutos después despiertan con dolor de cabeza y el profesor le pregunta si habían creído vivir una experiencia aterradora en la que Héctor trataba de matar a Felipe y todos responden afirmativamente e incluso dos compañeras se ponen a llorar.
La clase termina en ese momento, el profesor con sus alumnos firman un pacto de silencio en el cual se comprometen a que nunca van a develar ningún detalle de lo que aconteció esa mañana en la escuela.
El único misterio que el profesor no pudo explicar, años después de romper este pacto de silencio, es lo que le ocurrió al traje de verdugo y los motivos por los que Luís nunca más volvió a la escuela.

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