martes, agosto 25, 2009

Maestro

…Si el éxito consiste en conseguir que la persona llegue a una posición clara, lo primero que debo hacer es esforzarme por encontrar a la persona donde ella misma se halla y comenzar desde ahí.
Este es el secreto del arte de ayudar a otros. Quien aún no haya dominado este arte, se engaña al intentar apoyar a los demás. Porque para poder ayudar efectivamente es necesario comprender lo que la otra persona está comprendiendo. Si no reconozco esto, de nada le servirá a la otra persona mi mayor comprensión. Si, por el contrario, lo que hago es ufanarme de mi buena comprensión, lo hago porque soy vanidoso y orgulloso y, en el fondo, lo único que estoy haciendo es conseguir ser admirado, pero no beneficiar al otro, no enseñarle.
Porque el verdadero valor de ayudar no está en ser señor sino servidor, saber que ayudar no significa ser ambicioso sino paciente; significa saber sobrellevar por un tiempo la atribución de que uno está equivocado y no comprende lo que el otro sí comprende... Porque ser maestro no significa afirmar simplemente que una cosa es de tal o cual manera o echar un buen discurso. Ser maestro, en el buen sentido de la palabra, significa ser aprendiz. La instrucción comienza cuando uno como profesor aprende del aprendiz, se pone en su lugar para poder comprender lo que él o ella comprende y la forma en que lo comprende...

Sören Kierkegaard1

1. Tomado de una cita de Eleanor Duckworth sobre Kierkegaard y el libro de éste The point of View for My Work as An Author: p.27, Harper, New York 1962. (original 1848) La Perspectiva de mi Obra como Autor; p.27, Harper, New York, 1962 Trad. R. Jaramillo.

2 comentarios:

Dehuit dijo...

Auí Kierkegaard estaba en su perido ético. Estas palabras son un buen consejo para vivir una existencia ética.

Elias dijo...

Creo y analizando la situación de la convivencia profesional en la que me relaciono y he relacionado, es un tema de suma importancia, tema del cual escribiré en un tiempo más.
Agradecido por el comentario.