viernes, septiembre 11, 2009

The Beatles


Imaginasen la siguiente escena, por primera vez en vida sintiendo que estoy realmente escuchando el disco Abbey Road de The Beatles, a las 19:15 horas, cenando sólo en mi casa un plato de porotos con riendas, que quedaron del almuerzo y sintiendo todas la armonía y ajuste perfecto de los instrumentos de The Beatles.
Bastante rara la escena, contradictoria, pero definitivamente real. Cuando concluyo placenteramente mi plato de porotos y con el alfajor de postre en la boca y mis manos ocupadas en guardar el jurel con tomate en tarro, que junto a un trozo de pan me sirvió como entrada, comienzo a escucha Oh Darling, pieza musical que me atrapa y envuelve entre su letargo y repentino vértigo, que me obligan a tratar de cantar la letra, que desconozco totalmente, pero que es un incentivo para botar un cúmulo de tensiones semanales.
Como este disco es una caja de sorpresas, posteriormente y para terminar mi escrito, comienza la interpretación de I want You, teñida de psicodelia, que me hace recordar el tema de Pink Floyd denominado “Uno de esos días”, especialmente en su parte final, con momento notables de prolongación de sonidos monótonos que son interrumpidos por una batería que marca las pausas de la sensación de abandono en un prado, totalmente ido y mirando las nubes pasar en un cielo despejado.
No tengo ganas de escribir más, porque creo que dije lo que tenía que decir. Además no puedo distraerme, ya que, debo utilizar todos mis sentidos para escuchar Because.
En conclusión y con ánimo de aporte, no pueden perderse la oportunidad, ahora que salió remasterizado, de aprender a escuchar y dejar de oír al grupo de música más importante de todos los tiempo, lo genios de The Beatles.

PD: Perdón Pink Floyd, pero sin Roger Waters, no es lo mismo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

compadre...despues de ese almuerzo tan liviano...creo que dificilmente puedes percibir la musica de The Beatles...sin percibir otros ruidos patogenos...
sera
Leiva

Elias dijo...

Buen punto de vista amigo, pero mi lectura va por otro lado.

Chao