martes, diciembre 30, 2008

Reflexión

Desarrollar la autoreflexibidad es una de las experiencias más difíciles del ser humano, puesto que, el mirarse en el hacer y ser capaz en la milésima de segundo oportuna decidir no cometer lo mismo errores que se han cometido en el pasado o continuar con las acciones positivas que realizamos en el presente, habla de una persona con un alto nivel de desarrollo de su capacidad autoreflexiva.
Mucho podrán creer que verse a sí mismo en la relación con otros es fácil y poder cambiar patrones conductuales enquistados desde la niñez es una tarea simple, pero no es tan así, ya que, en ese preciso momento aparecen las malditas emociones que se apoderan de nuestra palabras y acciones atrapándonos en un ritual repetitivo de conductas que nos sitúan en el rincón de los que no cambian.
Por eso nuestra tarea está en ejercitar la escucha activa, el remirarse cotidianamente y hurgar en las situaciones que en momentos claves de nuestra vida nos generaron situaciones que son causales de muchas de nuestras acciones y como podemos modificarlas en el presente.

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