El enfrentarse al desafío del conocer, es una experiencia heterogénea, plena de sentido, intención e interés. Si pudiese construir una pirámide taxonómica que me permitiese decodificar los procesos implícitos y explícitos que explican la eficacia en la internalización y apropiación de los aprendizajes, a través de experiencias con sentido, ubicaría en primer lugar y como base, la motivación intrínseca por aprender. Así es, muy simple y complejo a la vez, no existe aproximación al aprendizaje si no está presente en el individuo la intención, predisposición, motivación y ganas de apropiarse del trasfondo y/o mundo que está incluido en la experiencia de modificar tus patrones experenciales y transformarlos en construcciones nuevas que son productos de nuestras propias distinciones y selecciones impregnadas por las deconstrucciones y reconstrucciones conceptuales, narrativas y emocionales que implica el adeñuarse de una nueva posibilidad de conocer. Cuando creo saber, me aproximo a un nuevo conocer, lo que me pone en posición expectante para desafiar mi saber actual e involucrarme, desde la intención a reconstruirlo y reapropiarme, desde las experiencias generadas para estos fines (que en algunos casos no lo son) y con las transformaciones que aparejan y generan una nueva forma de ver el mundo.
Ahora bien, ¿Cómo generar estas motivaciones, ganas e interés por el aprender?, creo que es una pregunta sin respuestas. Cada ser humano reacciona de forma diferente a las técnicas motivacionales diseñadas para este fin, lo que significa que más que una acción creada desde un supuesto ideal, hay que confiar en el deseo intrínseco por aprender que posee cada individuo. Lo que nos lleva indudablemente a la búsqueda del sentido en las cosas que hacemos y ese acto es el más complejo de todos, ya que, es muy difícil emprender una acción efectiva cuando no le encuentro sentido a lo que hago y la búsqueda del sentido involucra la vinculación de la acción a emprender, con una satisfacción personal en todo ámbito y con un estado de involucramiento máximo al representar mis experiencias vivénciales, intereses insatisfechos, deseos no logrados, preguntas sin contestar, placer por demostrar algo que no tuvo comprobación en su momento, etc., muchas ideas para algo que necesariamente tiene que ver con el mundo en el cual habitamos cada uno de nosotros.
Ahora bien, ¿Cómo generar estas motivaciones, ganas e interés por el aprender?, creo que es una pregunta sin respuestas. Cada ser humano reacciona de forma diferente a las técnicas motivacionales diseñadas para este fin, lo que significa que más que una acción creada desde un supuesto ideal, hay que confiar en el deseo intrínseco por aprender que posee cada individuo. Lo que nos lleva indudablemente a la búsqueda del sentido en las cosas que hacemos y ese acto es el más complejo de todos, ya que, es muy difícil emprender una acción efectiva cuando no le encuentro sentido a lo que hago y la búsqueda del sentido involucra la vinculación de la acción a emprender, con una satisfacción personal en todo ámbito y con un estado de involucramiento máximo al representar mis experiencias vivénciales, intereses insatisfechos, deseos no logrados, preguntas sin contestar, placer por demostrar algo que no tuvo comprobación en su momento, etc., muchas ideas para algo que necesariamente tiene que ver con el mundo en el cual habitamos cada uno de nosotros.
4 comentarios:
¿Logramos comprobar algo o no?
Sí. Que toda certeza es una ilusión.
estoy leyendo a fondo al último foucault -de la hermeneutica del sujeto- y lo estoy deformando para aterrizarlo a algunos fenómenos, entre ellos: inetrculturalidad y educación.
Con respecto a la educación las preguntas son más sencillas: ¿a que va el sujeto a la escuela?. para que el sujeto tenga un pasar mas grato en la escuela, me parece que debe ser consciente de algna forma, de los consensos sociales que lo colocan alli, por lo tanto no es solo la voluntad de aprender lo requerido y estimulado, sino la voluntad de ser, de dejar constiturse, del modo en que se ha consensuado ser. esto es complicado para los que para ciertas cosas tenemos toda la voluntad de aprender, pero no la voluntad de ser como se nos pide o exige ser. de esta forma, los aprendizajes son imposibles de ser puestos en un lenguaje estandar, de ser medibles como comptencias del sujeto, ya que todos dominamos siempre bien nuestro contexto en función de nuestros intereses; en la escuela lo que se pretende medir es la desviación con respecto a lo culturalmente esperado.
se requiere una transformación de nuestras concepciones del aprendizaje, que considere esta multiplicidad de formas de significar lo "aprendible". la esuela como esta hoy, está lejos de ello.
Eso es adentrarse en los últimos residuos de la libertad del ser humano, su derecho a ser. Dar a conocer mi apreciación de las convenciones sociales que tratan de normalizar y disciplinar las voluntades del sujeto en la mecánica opresora de la escuela, es quitarle, en parte, la capacidad de descubrimiento que este posee. Soy más participe de generar las preguntas movilizadoras que encaminen al descubrimiento de las motivaciones que insertan al aprendiz en el colegio.
Ahora, generar los espacios para trasladar la individualización de las significaciones de los fenómenos vividos y transformarlos en aprendizajes esperados, es darle la espalda a toda la parafernalia educativa actual.
Interesante el tema, pero denso como para dialogarlo en un consejo de profesores o en un aula de liceo o universitaria. Por eso es necesario mantener la comunicación entre aquellos que creemos que el cuestionar y proponer es un ejercicio vital. ¿Te parece?
Publicar un comentario