Contexto: esta es la última respuesta a joven entusiasta aficionadao a la historia que se involucró con su servidor en una debate de dimensiones historiográficas.
A empezar de nuevo:
Valorable el ejercicio de revisionismo histórico pero aquí va de nuevo la respuesta a sus planteamientos:
Chile en la década de los 60 y 70 vivía inmerso en la política bipolar propia de la guerra fría, esfuerzos de ambas superpotencia por tener protagonismo obviamente existirían por lograr tocar una tajada de la torta sudamericana. Lo que plantea en su escrito son los planteamientos propios de la derecha desesperada que interviene ideológicamente en el gobierno de Allende, casi “Del libro blanco” del funesto Gonzalo Vial. Me parece que muchas de las cosas del imaginario de los historiadores de la época vinculados a la derecha tendrían algún asidero, aunque lamentablemente no existen pruebas hoy de esas aseveraciones.
Lo de Alejandro VI. Sin tratar de descalificar ni tratar peyorativamente. No crea todo lo que dicen los diarios. Generalmente cuando se emprenden empresas políticas se postulan como obras beneficiosas y altruistas para la humanidad, pero dicta mucho lo que se dice de lo que se hace. La historia no es dar a conocer los slogan con que se emprenden los cambios y transformaciones político-sociales, sino que apuntan a la comprensión de estos fenómenos, en una clara simbiosis en torno a lo que se dice oficialmente con lo que ocurre para el observador que en la época narró o presencio lo acontecido. Por lo tanto es un problema más epistemológico que histórico y tiene que ver como se visualiza la historia. Vuelvo a recomendarle la hermenéutica y la historia como una observación de segundo orden. Investigue y comprenderá.
Las decisiones y acciones de los conquistadores son los hechos que permiten comprender la historia por si acaso. No son hechos aislados.
La política racista de los españoles se apreciaba en la incapacidad de aceptar que un indígena fuese ser humano. Sí eso no es racista, que más. Que saca de sacar leyes y tasas o lo que sea si en la práctica eran impracticables por que no se llevaban a cabo.
El planteamiento de la separación Iglesia-Estado no lo comprendo. Reafirma mi tesis del anglicanismo y puritanismo cristiano en América del norte.
Esclavos hubo y política de exterminio también, sino, remítase a investigar la baja de la tasa de densidad de indígenas en Chile entre el siglo XVI y XVII y el alto porcentaje de genes negros que se observan en nuestra composición genética (lo avalan estudios realizados por la Universidad de Chile el año 2004 por más de 40 años de investigación y publicados en el libro “Poblaciones Chilena” de editorial universitaria).
Con lo que los anglicanos generaban acciones a favor de un racionalismo científico, corrobora mi tesis extraída de Wever de la ética protestante (le recomiendo que la lea) ese autor le responde muchas de sus inquietudes. Más que eso estimado no puedo hacer. Creo que es tercera vez que le repito lo mismo.
Leí en tres horas “El hombre light” un libro pésimo, que la única utilidad que le encontré es para dejarlo de bajo de una mesa de bar que esta media coja. Filosofía barata casi autoayuda. Un intento desesperado, casi moralista, de no comprender el triunfo de la posmodernidad y el post estructuralismo. (Le recomiendo “la condición posmoderna” de Lyotard)
En historia 30 años no son nada, además la articulación a través del trigo a Australia y California se produce a mediados del XIX, en plena época de los conservadores. Que quiere que le diga, son hechos históricos. Acerca de Cea y compañía lea el epistolario de Portales para ver lo improductivo el estanco que manejaron.
Lo de las salitreras, sin ofender, realmente no es debatible por que anda muy lejos de la realidad histórica, le recomendaría leer un poco más de la articulación de nuestro país al mercado internacional.
El modelo de desarrollo hacia dentro es una coyuntura propia de un desajuste a nivel internacional, me explico: crisis de 1929, new deal, salitre sintético, baja demanda de la posguerra, frente popular, ajuste de ideología y modelo emergentes. En ese período obviamente existe un reajuste del modelo y más que nada transformación.
En conclusión, me estoy cansando de hacer clases por la red, con su escrito deja más que claro que no es un par y respeto eso. Por lo mismo, le sugiero leer la bibliografía que le recomiendo, en realidad le puede servir para traspasar el umbral del pensamiento concreto. Ya creo que fui bastante claro y argumentado en las tesis, profundizar más sería establecer un diálogo de sordos.
Vuelvo valorar su energía y esfuerzo por apropiarse de la historia oficial positivista de nuestro país (muy de la década del 50 del siglo XX) para generar un pseudo revisionismo histórico. Pero nuevamente le recomiendo leer al premio nacional de historia 2006 Gabriel Salazar que le permitirá aclarar todas las dudas que se le generan en torno a la historia de Chile.
Adios.
Valorable el ejercicio de revisionismo histórico pero aquí va de nuevo la respuesta a sus planteamientos:
Chile en la década de los 60 y 70 vivía inmerso en la política bipolar propia de la guerra fría, esfuerzos de ambas superpotencia por tener protagonismo obviamente existirían por lograr tocar una tajada de la torta sudamericana. Lo que plantea en su escrito son los planteamientos propios de la derecha desesperada que interviene ideológicamente en el gobierno de Allende, casi “Del libro blanco” del funesto Gonzalo Vial. Me parece que muchas de las cosas del imaginario de los historiadores de la época vinculados a la derecha tendrían algún asidero, aunque lamentablemente no existen pruebas hoy de esas aseveraciones.
Lo de Alejandro VI. Sin tratar de descalificar ni tratar peyorativamente. No crea todo lo que dicen los diarios. Generalmente cuando se emprenden empresas políticas se postulan como obras beneficiosas y altruistas para la humanidad, pero dicta mucho lo que se dice de lo que se hace. La historia no es dar a conocer los slogan con que se emprenden los cambios y transformaciones político-sociales, sino que apuntan a la comprensión de estos fenómenos, en una clara simbiosis en torno a lo que se dice oficialmente con lo que ocurre para el observador que en la época narró o presencio lo acontecido. Por lo tanto es un problema más epistemológico que histórico y tiene que ver como se visualiza la historia. Vuelvo a recomendarle la hermenéutica y la historia como una observación de segundo orden. Investigue y comprenderá.
Las decisiones y acciones de los conquistadores son los hechos que permiten comprender la historia por si acaso. No son hechos aislados.
La política racista de los españoles se apreciaba en la incapacidad de aceptar que un indígena fuese ser humano. Sí eso no es racista, que más. Que saca de sacar leyes y tasas o lo que sea si en la práctica eran impracticables por que no se llevaban a cabo.
El planteamiento de la separación Iglesia-Estado no lo comprendo. Reafirma mi tesis del anglicanismo y puritanismo cristiano en América del norte.
Esclavos hubo y política de exterminio también, sino, remítase a investigar la baja de la tasa de densidad de indígenas en Chile entre el siglo XVI y XVII y el alto porcentaje de genes negros que se observan en nuestra composición genética (lo avalan estudios realizados por la Universidad de Chile el año 2004 por más de 40 años de investigación y publicados en el libro “Poblaciones Chilena” de editorial universitaria).
Con lo que los anglicanos generaban acciones a favor de un racionalismo científico, corrobora mi tesis extraída de Wever de la ética protestante (le recomiendo que la lea) ese autor le responde muchas de sus inquietudes. Más que eso estimado no puedo hacer. Creo que es tercera vez que le repito lo mismo.
Leí en tres horas “El hombre light” un libro pésimo, que la única utilidad que le encontré es para dejarlo de bajo de una mesa de bar que esta media coja. Filosofía barata casi autoayuda. Un intento desesperado, casi moralista, de no comprender el triunfo de la posmodernidad y el post estructuralismo. (Le recomiendo “la condición posmoderna” de Lyotard)
En historia 30 años no son nada, además la articulación a través del trigo a Australia y California se produce a mediados del XIX, en plena época de los conservadores. Que quiere que le diga, son hechos históricos. Acerca de Cea y compañía lea el epistolario de Portales para ver lo improductivo el estanco que manejaron.
Lo de las salitreras, sin ofender, realmente no es debatible por que anda muy lejos de la realidad histórica, le recomendaría leer un poco más de la articulación de nuestro país al mercado internacional.
El modelo de desarrollo hacia dentro es una coyuntura propia de un desajuste a nivel internacional, me explico: crisis de 1929, new deal, salitre sintético, baja demanda de la posguerra, frente popular, ajuste de ideología y modelo emergentes. En ese período obviamente existe un reajuste del modelo y más que nada transformación.
En conclusión, me estoy cansando de hacer clases por la red, con su escrito deja más que claro que no es un par y respeto eso. Por lo mismo, le sugiero leer la bibliografía que le recomiendo, en realidad le puede servir para traspasar el umbral del pensamiento concreto. Ya creo que fui bastante claro y argumentado en las tesis, profundizar más sería establecer un diálogo de sordos.
Vuelvo valorar su energía y esfuerzo por apropiarse de la historia oficial positivista de nuestro país (muy de la década del 50 del siglo XX) para generar un pseudo revisionismo histórico. Pero nuevamente le recomiendo leer al premio nacional de historia 2006 Gabriel Salazar que le permitirá aclarar todas las dudas que se le generan en torno a la historia de Chile.
Adios.
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