domingo, septiembre 10, 2006

Descubrir

Otra noche más, abro la puerta y de nuevo comienza el show. Hoy mi propósito está más que claro. Primero, saber donde diablos está Charly y segundo descubrir el motivo que tiene Juan para tener “La Divina Comedia” como texto de cabecera en la barra del bar. Creo que hoy la conversación va adquirir un tinte literario.

- Hola Juan ¿Qué tal?
- Hola amigo ¿Qué se cuenta?
- Todo bien.
- Te presento a una amiga. Beatriz.
- Hola ¿Cómo estás?
- Bien y ¿Tú?
- Ahora mejor. Jajajjajajaa.

A ella la conocía, aunque parece que ella nunca me había visto, quizás compartimos espacios, pero tengo la certeza de que nunca me vio. Es preciosa, irradia algo que me cautiva, pero tengo que mantener la compostura, evitar bromas inapropiadas, dejar de hablar tanto y escuchar. Puede que sea la pareja de Juan. No lo sé.
En ese momento Juan corre a servir un trago a un cliente y me quedo sólo con ella y le pregunto de donde es:

- Soy de la ciudad.
- ¿Te gusta vivir en esta ciudad?
- En realidad me carga
- A mí también. Me apesta la gente, la imposibilidad de mirarte a los ojos y generar un ambiente de agrado.
- Tienes razón. Me carga el estrés, la locomoción, la contaminación, el arribismo y muchas cosas más.
- Además esta ciudad apesta. Es un mal necesario.

En ese momento creí percibir que ella no era de la ciudad, no sé sentí como un cierta necesidad de expresar su disconformidad con lo que le tocó vivir y un deseo de decir todo el mal que esta inmunda ciudad generaba en su alma. En un momento pensé que sus grandes ojos y sus marcadas facciones se contraerían de tal manera que perdiesen la forma que en algún momento me cautivo al verla por primera vez. Afortunadamente no fue así. Sentí un alivio, quizás mis nervios y esa maldita ansiedad me llevaron a preguntar algo inapropiado, pero mis pronósticos estaban errados. Ella se mantenía atenta y su mirada era la misma del comienzo, inquieta, atenta y penetrante.

- ¿Naciste acá?
- No.
- Yo tampoco.
- Por eso más me carga.
- Jajajjajajajajaaja.
- Nunca he encontrado a nadie que le guste esta ciudad. Además es una ciudad de transplantados, de gente que llegó por la necesidad de explotar la tierra. De personas que conviven en una permanente tensión creada por la ilegitimidad de la creación de la sociedad local. En realidad hay veces que me siento en un polvorín.
- ¿Te gustaría irte?
- Sí.
- A mí también.
- ¿Dónde?
- En un espacio donde pueda respirar aire puro, un lugar donde pueda desarrollar la capacidad de vincularme con la naturaleza.

2 comentarios:

Divino Encanto dijo...

"En un espacio donde pueda respirar aire puro, un lugar donde pueda desarrollar la capacidad de vincularme con la naturaleza"


donde queda ese lugar!?!
quiero estar ahi!!!! ahora!
si lo encuentra me avisa !=)!
saldria corriendo de aquí!...

Elias dijo...

En tí misma.

Tú decides.
Todo tiene un principio y un final y afortunadamente tu lo decides.