No es lo mismo ser un ignorante funcional que un ignorante de mierda. Esta aclaración la asocio directamente al acontecimiento que me abrió los ojos ante la magnificente obra literaria del Maestro Roberto Bolaño.
Algunos conocen las circunstancias, otros no. Para aquellos que las conocen, les pido disculpa, pero como ustedes deben saber, todo movimiento tiene un mito fundacional y este es el inicio de nuestro movimiento.
Aquí les va la historia.
Corría el año 2003, en Chile se sucedían una serie innumerables de acontecimientos intrascendentes como los que pasan en la actualidad. Lagos enojado con algún periodista, taco en Santiago, debate en torno a la delincuencia, la contaminación en Temuco, las recetas para salir de la pobreza endógena, la eterna crisis del fútbol chileno, Lagos enojado con algún periodista, los albores del nacimento de la farandula, Lagos gritándole a un periodista y una serie de hechos más. En medio de todos esos sucesos, para nada singulares, existía un programa de televisión en el cable, que sinceramente no me acuerdo como se llamaba (imperdonable pero creánlo muy necesario) en el cual se proyectaban videos musicales y comentarios de "actualidad" vinculados al mundo del "espectáculo".
Este programa era "conducido" por una niña de escaso nivel intelectual, linda (para los canones actuales de belleza comercial), de hablar pausado (por necesidad), carente de todo carisma y sin mayor gracia. Su mayor aporte fue haber dicho en un concurso, en el cual se postulo como miss algo (concurso de "belleza"), que si tuviese que preservar la especie, llevaría al Papa como semental reproductor, que tras múltiples coitos, reconstruiría nuevamente el mundo en el cual domina la especie humana sin contrapeso.
Después de ese abominable episodio y su participación en una serie de programas de características "juveniles" (bodrios para insectos metamorfaseados) establece sus huestes en este programa de música.
Como mencionaba, la tarde aquella en la que cobra vida nuestro movimiento, la señorita Carola Zuñiga (nombre de la susodicha) se aprestaba a presentar un video o musical o algo así y derrepente, de la nada, una voz emergue desde las profundidades de la ciudad del Dite, de la casa misma del infierno, donde el mal y la oscuridad se fusionan y generan un halo de horror en quienes asumen que la única opción de escuchar esa voz es la de las fauses del mismísimo Satan. Pero no era el maligno, era un asistente que detrás de cámara le dice a esta señorita que ha muerto Roberto Bolaño. En ese mismo instante el rostro de aquella bella conductora muta su fisonomía y adquiere el semblante similar a los padres de aquel escarabajo kafkaino que decidió transforma su misera y monotona vida en otra peor pero distinta.
Su confusión no se asociaba al pesar aquella fatídica noticia, sino que estaba asociada al asombro de la desaparición física del mentor de sus mejores momentos de humor infantil en la candida vida de esta mujer con escasas sinapsis neuronales.
Murió Chespirito, exclamó, aquel personaje que nos divirtió tantas tardes, con el que crecimos y fuímos felíces compartiendo las salas de estar de nuestras casas alrededor de la TV, observando las aventuras del Chapulin Colorado o las divertidas acotaciones del Chavo del 8. Como no recordar esos pocos momentos de felicidad irreal en un país que estaba azotado por la muerte, las violaciones a los derechos humanos y la privación de toda expresión de libertad, gracias a la obra del cocaínico Pinochet.
Muchos fueron los ruídos imperceptibles para el oído del telespectador, quizás, por lo prolijo del manejo televisivo o por la complicidad de aquellos que compartían el set como este estandarte de la imbecilidad. Pero como Cesárea Tinajero para Ulises Lima y Arturo Belano o Beatríz para el Dante, esta musa inspiradora de las finalidades de los seres que admiraban a esta Diosa del desconocimiento literario, tiene un Virgilio que le acota, el muerto en cuestión no es Roberto Goméz Bolaño, sino, Roberto Bolaño el escritor. Sorpresa, estufacción, paradigmas de la imbecilidad derribados, muertes de Dios, nacimientos de superhombres, creación de Idolos, etc. Bochornoso, uno de los grandes escritores latinoamericanos había muerto y nuestra imagen coorporativa, en ese momento de la juventud, caía en una de las fallas más imperdonables de la historia televisa (extrañamente olvidada por muchos). Obviamente risas de rigor y el show debe continuar. Se presentaron video de temas que nadie nunca más escucho y se hablaron temas que hoy no tienen la menor trascendencia (en ese momento tampoco lo tenían). Pero su servidor, compañeros, quedo estupefacto, o sea, ¿Cómo puede ser? ¿Como tanta ignorancia?. La señorita Zuñiga continuó como si nada hubiera pasado.
Reflexión: cuando hablo que pertenezco a un grupúsculo de ignorantes funcionales, significa que tengo nociones mínimas de los acontecimiento que ocurren cotidianamente. No he creado teoría, no he aportado a la transformación epistemológica del conocimiento, pero de algunas cosas me puedo vanagloriar que sé. Me queda mucho, pero parto de una mínima base, desde la cual pretendo construir mi edificio del aprender. Pero señores, no confundan, una cosas es ser un IGNORANTE FUNCIONAL y otra un IGNORANTE DE MIERDA.
En todo caso, saque sus propias conclusiones.
3 comentarios:
Hace unos días conversaba con mi hermano, y él me hablaba de aquel heho que pudo presenciar en vivo y que yo no conocía. Pero según el me contaba, la niña cuando fue corregida preguntó "¿y ese quién es?". Eso acentúa su estupidez al nivel en que el ignmorante funcional se siente morbosamente satisfecho, porque ve que tiene a ignorantes de mierda de los cuales diferenciarse.
Eso.
Así es señor,excelente dato, me permite profundizar el análisis y creer más en la pureza del movimiento. Se agradece.
Un ejemplo del ignorante de mierda (en inglés)
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