miércoles, junio 28, 2006

Verdad

¿Donde se crea la verdad?
En el lenguaje.
¿Quién se comunica a través del lenguaje?
El Hombre.

13 comentarios:

Laucha dijo...

Se ha vuelto un posteador compulsivo, le aviso. Pero no por ello la cantidad ha ido en desmedro de la calidad.
"El hombre es la medida de todas las cosas".
(aunque yo diría "yo soy la medida de todas las cosas")

Elias dijo...

Gracias master, estoy adicto al asuntito. Aunque soy humano, demasiado humano.

Anónimo dijo...

Todo está visto desde un aspecto ontológico.
Aunque sea redundante...lee a Echeverría.

DAVID SALAZAR y los semiosicos sound

Elias dijo...

¿Cuál de Echeverría?

Semiosis hardcore

Juan David Salazar dijo...

Ontología del lenguaje...

Todo
e
s

Lenguaje...somos y estamos en él

David...El adrián de la Semiosis

Elias dijo...

estar-en-el-mundo ¿Te suena?

Anónimo dijo...

el hombre es la verdad?..
subjetiva opinion..
que pasa si no transmito mensajes?
no soy nadie??...
simplemente no existo?..
la verdad esta en quienes la poseemos.. o quienes sabemos manejarla..
quien no sepa poseer la verdad..
vive en falsedad

Elias dijo...

¿Qué es lo objetivo?

Luhmann diría que somos comunicaciones.
Rodríguez diría que somos comunicaciones sobre decisiones.
Maturana diría que distinguimos del cúmulo de experiencias en el lenguaje y nos coordinamos en el lenguajear.
Foucault diría hablar es mentir.
Yo te digo que somos lo que comunicamos desde nuestra "objetividad entre paréntesis" que la construímo de nuestra acoplamiento con nuestro entorno. En las distinciones realizadas en el lenguaje.
Por lo tanto. ¿Comunicamos lo que queremos comunicar?
¿Qué es la verdad? ¿Un problema ontológico o semántico?

Laucha dijo...

El problema es que estamos limitados, tremendamente limitados. En el lenguaje no hay posibilidad de replicar nada, ni lo que realmente quiero comunicar ni la verdad (si es que existe). Si aceptamos el hecho de que vivimos y emergemos como un "yo" en el lenguaje, creo que desde ese punto ya no podemos salir. O tal vez, si se va a ir más lejos de eso, podríamos concluir que el lenguaje sirve para cualquier otra cosa menos replicar el mundo (interior o exterior). El lenguaje es para convivir y nada más. Para "bailar" como diría Maturana, en el fluir del emocionar codificado en lenguajear. Simplemente para coemerger, en términos Varelescos.
Y el conocimiento es sólo un conjunto de teorías transitorias, consensuadas, socializadas y de caracter adaptativo; no sirven nada nás que para hacer frente a una contingencia particular.
Una idea "ontológica" al estilo de Echeverría, es media estaticista, plantea que es el Ser (si es que existe) el que se mantiene continuo, casi tan continuo como su esencia, y que a través del análisis del discurso, el llamado "coaching ontológico", podemos descbrir a ese Ser subyacente al discurso. Eso queda totalemente invalidado si tomamos ideas del pensamiento complejo en que el comportamiento (asi como el discurso) es contingente, y totalmente invalidado con Foucault. Lo que se puede mantener continuo, tal vez, pueden ser las narraciones que establecemos, las coordinaciones de una comunidad determinada en las cuales se define dinámicamente la forma en que emergo en relación a los otros. En conclusión, no me compro a Echeverría. y hay que leer a Varela, quien evolucionó más que Maturana.

Elias dijo...

De acuerdo. El lenguaje es contextual y esa contextualidad lo transforma en acomodaticio. Por lo tanto, las prerrogativas evaluativas de las intencionalidades lingüisticas son muy difíciles de establecer cuando es el narrador quien, en ocasiones, no mantiene un mínimo nivel de control de sus expresiones (en el amplio sentido de la palabra). No creo en el control de las expresiones humanas a través del lenguaje. Desconfio de los niveles de control que se pueden llegar a establecer. Más bien me remito a un problema hermeneútico y deconstructivo. Observo que los niveles interpretativos superan la observación pasiva del emisor, canal y receptor. El contexto nos suepera en ocasiones y la inconsciencia de nuestras deconstrucciones nos hace creer que generamos coherencias discursos, que en muchas ocasiones se remiten solamente a enunciados contigentes que son hijos de una coordinación necesario para un fin utilitario. Sustrayéndome del tema de las intencionalidades, creo que nuestras coordinaciones conductuales están obstaculizadas por las limitantes interpretativas que llegamos a producir al tener que crear nuestras conceptualizaciones decodificadoras del discurso del otro. Teniéndo en cuenta nuestras facultades interpretativas, totalmente ocultas al otro y solo visualizadas a través de otras facultades interpretativas ajenas a lo dicho por mí, pienso en la suciedad de la comunicación y de la impertenencia de creer en ese acto de acoplamiento generado en el lenguajear como un todo coherente. Si creemos que el texto leído es leído como lo escribió el autor, dificílmente vamos a construir una mirada abierta y tolerante a la opción de crear un ser dinámico que aprende en el escucha, hablar, ver, sentir y vivir (y más).

Elias dijo...

¿Encuentas a Echevarría reduccionista?

Anónimo dijo...

Nice! Where you get this guestbook? I want the same script.. Awesome content. thankyou.
»

Elias dijo...

¿es una broma?