Acabo de leer algo que escribí en
una página web hace un tiempo en relación a la contingencia y la imprevisibilidad
del vivir. Luego de un tiempo y con harta agua pasada bajo el puente, sostengo
la idea de lo azaroso que es vivir y lo que implica ser consciente de estar en
este momento presente, comprendiendo lo que ocurre en los pensamientos,
acciones y coordinaciones que realizo momento a momento, pero a este ejercicio
racional, incorporaría la capacidad de identificar y vivir la emoción que está
vinculada a ello.
Categorizar una emoción es un
ejercicio antojadizo, pero necesaria para estar consciente de lo que pasa y
navegar en esas aguas mientras estés en ellas.
Esta tarea es nueva pero
reconfortante. En un tiempo más veremos lo que pasa.
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