No es nada más ni menos que generar expectativas a partir de
las promesas de acciones que vas a llevar a cabo sin tener la mínima certeza
que puedes hacerlo y el resultado que vas a obtener.
En breves palabras, vender la pomada, chamullar, faltar a la
verdad, ser estratégico en la búsqueda de la necesidad de lo que el otro quiere
escuchar y decir las palabras claves para que te otorgue el poder de decisión
que el vendedor de humo requiere.
El vendedor de humo gana
mucho y pierde poco, ya que, siempre está delegando lo que no sabe hacer
pero manifiesta saber. Es una persona estratégica y para nada carente de
inteligencia, pero queda en evidencia a lo largo del tiempo por la
inconsistencia que presenta entre lo que dice, hace y deja de hacer.
En las antípodas de este personaje se encuentra el cazador
del vendedor de humo, personaje que posee un olfato especial para detectar el
humo.
Las característica de esta persona dan para otro escrito.
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