miércoles, agosto 22, 2012

Sin cambio aparente



Imagínense sentado mirándole la nuca a una persona y de reojo a otra durante cinco horas al día (por decirlo menos), escuchando, gran parte de esas cinco horas, a otra persona que habla de temas, que en la gran mayoría de los casos, no son de interés inmediato, ni tienen aplicación directa a la realidad, sin utilizar más respaldo que la palabra y la amenaza.
Muchos adultos podrían soportar esta tortura, porque fuimos educados así, en la pasividad y el temor, sin lugar a la propuesta y a la crítica, vivíamos en un mundo con menos estímulos audiovisuales que el actual o quizás distintos, las funciones que cumplían todos los aparatos que manejábamos eran menores a las de un actual celular. Hoy los niños y jóvenes viven en la época con la mayor estimulación de su entorno de la historia, están invadidos con información durante gran parte del día, permanecen conectados real y virtualmente en un contacto social totalmente distinto al vivido dos décadas atrás, son potencialmente creativos, innovadores, críticos, con gustos distintos, tolerantes y activos y ¿Qué hacemos con ellos en la escuela? sentarlos en pupitres individuales y sedarlos con palabras y temas que carecen en su gran mayoría de interés para ellos, le transferimos las formas como nos enseñaron y hasta la información que aprendidos en un mundo en el cual no existía el Internet y la información la monopolizaba el libro del profesor. ¿Por qué pasa esto? uno de los motivos es que el paradigma educativo que nos rige es del siglo XIX, corresponde a la educación de la revolución industrial que pretendía formar personas para insertarse en el mundo laboral de la industria, educadas bajo los parámetros de la ilustración y el positivismo. Para esa época funcionó, pero actualmente está haciendo agua. Tengo la sensación que en cualquier momento el modelo va a colapsar y las demandas se van a ampliar. No creo que los problemas sean exclusivos del aula y de los docentes, obviamente opera un sistema perverso, segregado y cruel que impide la educación en la diferencia y su obvia integración, pero sino no puedo cambiar lo macro (lo que no significa que lo intente) actúo en lo micro ¿Cómo? haciendo lo contrario de la historia del inicio de este escrito ¿De qué forma? En escritos anteriores estuvieron la propuesta, ahora nos queda educar a personas para que sean capaces de comprender el mundo que le tocó vivir, tomar decisiones concientes y saber ocuparse de sí mismos como decía un sociólogo en los años ochentas.

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