sábado, agosto 22, 2009

Atrapado por la mascara

En algunas culturas, cada cierto tiempo, se realizan rituales en los cuales las personas se montan unas máscaras que representaban lo que desean o temen ser, y así, por un momento, hacen todas aquellas cosas que durante un tiempo guardó, reprimió, autocensuro, por el castigo de la presión social o las expectativas de los pares.
No encuentro que sea un mal ejercicio, todo lo contrario, lo creo necesario, ya que es una manera legítima y pública de manifestar la dinámica y complejidad de la cantidad de manifestaciones y representaciones que generamos y recreamos durante nuestra vida.
Lo complejo de esta situación es cuando no somos conciente de las máscaras (necesarias en ocasiones) que no ponemos diariamente y creemos ser y hacer lo que la mascara circunstancial con la que actuamos representa y permite hacer.
No soy contrario del uso de cualquier tipo de máscara, pero temo y creo que no todos somos capaces de despojarnos de esta y terminamos atrapados en el juego de ser lo que la máscara es.

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