Si existe una vida después de esta vida, deberíamos ser todos jubilados. Así es, sólo con la responsabilidad de alimentar a las palomas y ver la flora crecer. Obviamente con la experiencia y sabiduría de un viejo que lo vivió todo, pero con la certeza, de que la prolongación eterna de nuestra existencia, será en un lugar donde la responsabilidad este directamente relacionada con el placer y el goce del ocio.
Distanciándose de toda responsabilidad moral y dejando la hipocresía de lado, no puedo negar lo placentero que es escuchar el sonido del mar y el viento, observar la naturaleza tendido en el pasto junto a un buen libro o trotando a la orilla de un playa en Chiloé.
Distanciándose de toda responsabilidad moral y dejando la hipocresía de lado, no puedo negar lo placentero que es escuchar el sonido del mar y el viento, observar la naturaleza tendido en el pasto junto a un buen libro o trotando a la orilla de un playa en Chiloé.
Para que más....
3 comentarios:
¿Para qué mas? Se lo pregunto a Milton Fridman. Muchso otros lo haría, pero con proósitos distintos.
Saludos.
Mientras fuesemos viejos con una jubilación que cubriese las necesidades básicas, bien por ello.
Y con un conejo, mejor que un gato o un perro.
Que esté bien.
Jajaja. Para qué más, es la frase perfecta. The end, fin de la película, etc. Sentadito, con el gato al lado y sin plata, total en el cielo se transarán otras cosas, me imagino.
Saludos y agradecido por los comentarios.
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