jueves, diciembre 04, 2008

Darme cuenta

Hace un tiempo me plantié la necesidad de planificar mi vida para lograr las metas que eran necesarias para responder a las expectativas que me había autogenerado y creía que los otros tenían de mí. Esto pasaba por demostrar que era bueno por lo que rendía y reconocido y aceptado por eso. Me situaba en un mundo autoconstruido, con exigencias que iban más allá de mi capacidad de relacionarme desde los afectos y las emociones.
Quizás una madre exigente y un hijo carente de reconocimiento que necesitaba sentirse amado y buscaba la forma de generar orgullo a través de mis calificaciones y responsabilidad. Crearon en mí una sensación de permanente validación, que se fue trasladando inconscientemente a todas las acciones de mi vida. Eso me hacía vivir pensando permanentemente en el mañana y en las metas que debía cumplir. Terminar la Universidad a los 23, trabajar hasta los 25 y posteriormente realizar mi magíster y doctorarme pasado los 30, era una cadena lógica que no tenía objeciones, por que las cosas estaban dadas de esa manera y lo que me lo impidiese era un obstáculo que debía superar.
Lamentablemente los que me rodeaban sufrían las consecuencias, por que mi familia y mis amigos tuvieron que convivir con una persona obsesiva, autoexigente, insegura, agresiva y amargada. Generando a mi alrededor una permanente sensación de temor y en algunos lastima o compasión. Hasta que te conocí como dice la canción, o sea, hasta que me enamoré por primera vez en mi vida y pude conquistar a Romina, quién con puro amor fue capaz de girar completamente la moneda y generar las condiciones para que me autobservara y reflexionara en torno a lo que era en ese momento y lograra construir los cimientos para iniciar un proceso de transformación.
Hoy día no se si he superado mucho de esos fantasmas, pero afortunadamente soy consciente y tengo los deseos de mejorar, por que a diferencia de mis tiempos pretéritos hoy tengo varias razones para vivir: mis padres, hermana, amigos, familiares y las dos luces que alumbran el camino de nuestra familia; Romina y Gabriel.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡¡¡¡¡¡CUANTO TE AMO!!!!!!!!

Elias dijo...

!!!!!!!Mucho te amo!!!!!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

y yo
solo fui un ave de paso
???????????
cuidate viejo
un abrazo para ti y tu familia