martes, agosto 28, 2007

(des)ilusion

El ilusionarse/desilusionarse de la gente es una de las cosas más fuertes y penosas que se puede vivir, lamentablemente es mi problema, debido a que es uno el que establece los parámetros de la ilusión/desilusión.
Desde el momento que se evalúan las acciones de los otros pensando que sus actos no corresponden a las expectativas que uno tiene de esas personas, por que uno nunca habría hecho lo que los otros hacen, comienza la desilusión.
Esta desilusión, no es desilusión en sí, ya que, los otros no hacen las cosas que uno haría en su lugar, debido a que son diferentes, aunque esa diferencia no justifica los actos que no están de acuerdo con las palabras comprometidas, pero a la vez, permite conocer a las personas que nos rodean y lamentablemente aumentar los niveles de desconfianza. Y ahí comienza el olor a mierda; pestilencia que es inherente a algunas personas que no son capaces de realizar pequeños actos que permitan creer en ellos. Que diferente sería el mundo si asumiésemos que no sabemos cosas, que no somos capaces de cumplir las promesas que asumimos, debido a que no tenemos las competencias suficientes para hacerlo. Que fácil es prometer y no cumplir y que desilusionante es saber lo fácil que es que esto pase.
Por lo tanto, me quedan algunos caminos que tomar y depende de mi capacidad de sobrellevar los problemas la opción que debo tomar. O reacciono con violencia ante el descompromiso, la mentira y la mediocridad o me evado en el amor a mi familia y lo estable y placentero de mi vida que está en mi hogar.
Por ahora estoy eligiendo el segundo camino y me siento muy feliz. Pero ojo, el final de la película está por verse.

2 comentarios:

FÉLIX LOBOS dijo...

Como diría, tal vez, N. Luhmann: el problema de la incertidumbre es la complejidad del entorno... en este caso de lo que te rodea... no queda de otra que aplicar más complejidad, en una de esas algo adquiere sentido y salimos, un poquito, del caos... siempre está la posibilidad de la desilusión ¿será que las expectativas que nos hacemos son superiores a nuestras realidades?

Salud... no tengo respuesta.

Elias dijo...

Quizás, aunque BELL buscaría los medios de organizar la complejidad y reducir de alguna manera la incertidumbre.
El juego está en comprender, escuchar y reconocer al otro, desde la relación que establecemos en el contexto en el que nos desarrollamos, quizás ahí está la clave.

Saludos y agradecido por el comentario.

Adios