domingo, abril 01, 2007

Soluciones

Una de las cosas que aprendí este último tiempo, fue realizar un giro radical en el cambio de mirada a una serie de problemas que me afectaban cotidiamente y que, de alguna manera, afectan a una gran cantidad de personas que habitamos en este noble país.
Durante mucho tiempo centré el foco de mi mirada en los problemas y me transformé en un especialista de los diagnóstico. Tenía más diagnósticos que problemas. E incluso relacionaba unos problemas con otros, de tal forma, que generaba una red de relaciones de problema, que a medida que aumentaban en sus relaciones hacía crecer una bola de nieve que me envolvían en un mundo de problemas sin salidas y en una angustia vital que me involucraba en mis relaciones sociales y consecuentemente a la gente que me rodeaba.
Un día alguien me dijo que compartía mis diagnósticos e incluso aumento el margen de mi pesimismo al entregarme una serie de variables que aumentaba el nivel de los problemas que tenía registrados en mi mente. Me rodié de gente que compartía la mirada y mientras más problemas visualizabamos y más diagnósticos generabamos, más me angustiaba y amargaba.
Veía la TV y los problemas aumentaban. Mis ceracanos me temían, por que sabían que lo único de que interesaba era hablar de los problemas. Hasta que alguien me contó que una persona le dijo una vez que ante cada problema se tiene que generar una solución y que no existe problema sin solución y aunque no lo crean, desde ese momento, comencé a detectar problemas, pero acompañados de una solución.
Empecé a intervenir mi espacio relacional. No me desentendí de los problemas globales, pero me centré en lo más cercano que tenía y como mis acciones, más otras, podía solucionar pequeños problemas, que de alguna manera traerían una cadenas de grandes soluciones. Eso me hizo cambiar el giro de la mirada de las cosas y centrarme en soluciones.
Hoy estoy en esa cruzada y trabajo en espacios de relaciones e interacciones comunicativas en los cuales la gente sigue detectando puros problemas y son especialistas en diagnósticos. Cuando los veo, me veo observo en retrospectiva y reflexiono en lo feo que me veía mientran fruncia mi seño para despotricar contra el mundo y lo inoficioso que es dianosticar sin hacer nada para solucionar.
Ojalá que pueda ayudar y esa es mi tarea. Comprendo a la gente que los problemas los sobrepasan y creo ue ahogarse en ellos no es una solución apropiada. Tengo la mínima certeza que no puedo solucionar problemas de otros, pero sí decir que ante un problema necesariamente tenemos que buscar una solución. Aunque suene absurdo.

3 comentarios:

Laucha dijo...

El gran maestro wittgenstein ya lo habia dicho: los problemas no se resuelven, sino que se disuelven. Esa es la labor terapeutica de la filosofia, y del filosofo de sobremesa, porque los problemas no existen independiente de uno, son algo que emerge como una opcion. Quiza los lauchas y los ignorantes funcionales son mediso adictos a los probelmas, y por eso nunca los disuelven.

Elias dijo...

Por que esas elecciones, entre la amplia gama de alternativas de desiciones de como enfocar frente a las circunstancias, transforma al paso vital en dinámica más entretenida.
Siempre tiene que existir alguien que vea negro, mientras todos los otros ven blanco...

Saludos..

PD: Con respecto a la adicción de los ignorante funcionales y las lauchas frente a los problemas, lo comparto

Anónimo dijo...

"Cuanto más grande es el caos, más cerca está la solución"