Tres mujeres en la mitad de sus vidas caminan lentamente frente a nuestro vehículo. Verlas me causó algo de temor, no por creer que me podían atacar, ni pensar que podía atropellarlas, sino por que, venía de copiloto de mi mujer (algo terrorífico). Aparte de los tiritones causados por el pánico de la situación, me inquieté por saber que decían. Cuando sintieron el ruido del vehículo se detuvieron levemente, quizás temían que nuestro vehículo estaba tripulado por algún ebrio o desquiciado. Al vernos desde la distancia, desde la cual es posible divisar a un par de personas en un vehículo, continuaron su paso lento. Obviamente las sobrepasamos con el vehículo y me quedé con la inquietud de saber lo que conversaban.
¿Qué pueden conversar mujeres chilotas de cincuenta años? Quizás hablaran del clima, del caleuche, del transantiago, de la teoría de la complejidad, de la cara de pánico que tenía el tipo que iba de copiloto en el auto que venía detrás de ellas, no lo sé. Sólo se que nunca lo sabré. Lo que realmente dijeron es un patrimonio de ellas y que bueno que sea así, para mantener la dinámica de lo enigmático de la singularidad de nuestra existencia, que está asociada a nuestra posibilidad de construir nuestra verdad en la incertidumbre de la paradoja comunicativa de los real/ficticio, de la dialéctica relación entre los signos y simbolos, entre, las palabras y sus significados.
Por último ¿Qué creen que conversaban estas mujeres?
2 comentarios:
quiza una vieja les comentaba a las otras que se dio cuenta de que el sentido de las cosas era una eleccion de su intencionalidad. y alguna de las otras viejas le dijo que no hablara huevadas. y asi todo volvio a la normalidad.
Jaajajaajjaja.... en ese mismo instante que en la vieja reflexionó en torno al sentido de su discurso, apareció el otro sentido el "común" que le dijo. ¿Para qué te complicaí la vida? La vieja le hizo caso y siguió siendo felíz.
Tan... Tan,..
Saludos y agradecido por el comentario..
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