Cuando le tocas el culo a los que tienen estás en problemas, especialmente cuando atenta contra su seguridad y posesiones materiales.
Al parecer este es un gran dilema de la historia de la humanidad. Desde que las sociedades adoptaron los regímenes de división del trabajo (y su correlato de clases) y el patriarcado como forma de ordenamiento, nos hemos visto irradiados de un luchas fraticidas por tocarles el culo a las posesiones de los que tienen y a la consiguiente defensa de, a como de lugar, de las cosas que los que tienen creen que les pertenecen.
Por lo tanto, si pretendemos vivir en un mundo donde la felicidad y la convivencia pacífica sea nuestra teleología finalista. Por ningún motivo atentemos contra los intereses de los que tienen y nos determinan lo que es necesario para nuestro subsistir, de lo contrario, pregúntenle a Allende que le pasó.
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