
Es tanta la necesidad de esta búsqueda de sentido, que nuestro hacer se transforma en un esclavo de mis elecciones pasajeras que me persiguen por un buen tiempo.
El cambiar es una necesidad imperiosa para crecer. La vida es una ruleta en permanente movimiento, que en cada segundo me propone una nueva realidad y soy proclive a ser todos los días alguien distinto que no pierde su sentido transcendental (que ya no sé si es impuesto o elegido). Algunos se casan con la religión y actuan en función de postulados que en algún momento de su vida adquirieron sentido, pero hoy están muy lejano a lo que hacen y sienten, pero se transforman en esclavos de sus elecciones por el temor a asumir y proclamar a los cuatro vientos que soy un ser dinámico y cambiate, que lo que soy hoy es producto de mis circunstancias actuales y no de mis elecciones del pasado, exclusivamente, no quiero quitarle la importancia necesaria, pero no soy mi pasado, soy mi presente.
Por lo tanto, me queda buscar el sentido de mi vida en la elección de la tarea que me autodetermina mis haceres. La de hoy es educar para generar pequeños cambios que suman para grandes transformaciones. Mañana la desconozco. Lo que sea ojalá aporte, de lo contrario. Disculpas de antemano.
2 comentarios:
Somos tanto presente como pasado. Pero en ùltima instancia, el presente tiene la ùltima palabra.
Las contingencias nos muestran mùltiples posibilidades y es el sujeto quien se deja llevar por sus desiciones pasadas para escger una posibilidad, o bien (como los que nos creenos superiores) escoger otra cosa. En tèrminos absolutos, no somos un "manojo de acciones irremediables", porque continuamente se nos presentan posibiliadades que no estan atadas a ningun restrictor. Asi que somos nada, porque nada restringe nuestras opciones, pero podemos ser todo, porque siempre esta presente una nueva posibilidad (el todo y la nada en un cìrculo)
Eso si me atengo al existencialismo y al budismo.
Lo mejor es ser un Roquentein, y hacer que la gente se averguenze de su existencia, de escoger siempre el no escoger.
Lo complicado es vivir en la mixtura del presente y el pasado. De los relatos de lo ideal y las acciones espontáneas. Obviamente existen,quiera se o no, una determinación del contexto de desarrollo de las situaciones interactuantes que determinan mis quehaceres, pero estos no escapan a mi historia. La idea de posibilidad como un armario con muchos cajones de recursos posibles es atractivas. Los recuerdos y las justificaciones son útiles para tener certeza en mi decidir.
Como la incertidumbre nos atrapa, el juego pasa por asumir el azarismo como condición existencial y afrontar los problemas con una mirada múltiple capaz de reducir las situaciones a soluciones prácticas con sentido.
Agradecido...
Saludos....
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