Nada de lo aquí dicho está restringido al normal convivir de un ser humano medio en este cada día más inhumano planeta. Por lo tanto, todas mis trivialidades no dejan de ser solo justificaciones de mis acciones y recreaciones de experiencias de un inútil obsevador (objetivo) del mundo que trae a sus manos.
Este asunto de quién soy me tiene dando vueltas hace un tiempo y me inquieta como causa adhesión en algunos seres con una capacidad de generarse cuestionamientos vitales (excepciones) de su quehacer cotidiano.
Hoy soy un felíz tipo escribiendo frente a su PC historias irresolutas con ulteriores fines teleológicos de los cuales desconosco su destino. En la mañana fuí un profesor algo enojón frente a algunas actitudes comprensibles de un grupo de estudiantes que, obligados a hacer cosas por decreto, pretenden pasar por la vida socializando experiencias de sus vidas que muy poco tienen que ver con la vida de presidentes del siglo XX. Fuí un amargado, según mis estudiantes, y un felíz relator de historias y oyente de experiencias desarrolladas en el lenguajear con mi amigo Juan Carlos. Luego fuí un consumidor del Kiosco cercano a mi lugar de trabajo del "The Clinic" y lector del mismo en un colectivo del cual no recuerdo la cara del conductor ni de las personas que viajabamos en este móvil.
LLegando a mi destino, fuí un sumiso hijo de las personas que más amo en el mundo que son mis padres. Comí (excesivamente como siempre), dormí, soñé y desperté frente al PC y escribir esta serie de distinciones y selecciones forzadas justificativas de mis haceres que no tienen que ver con ellos por que desde el momento que pasan al papel dejan de ser experiencias tal y cual se vivieron. Pero esa es la idea, mirarse y remirarse. Equivicarse y aprender. Aceptar mi condición de siempre discipulo ignorante de las trascendentes cosas de la vida.
Camera Obscura me acompaña en la música. Me trasalada a bosques impenetrales donde los rayos de luz se asoman entre la altas ramas de árboles milenarios que detienen el tiempo y permiten construir el circulo de conjunción entre mi ser transmutable y dinámico y todo el resto de experiencias que me toca relatar.
Patán ladra avisándome que estoy dando la lata y que necesita que lo vaya a ver. Me desprendo de mi condición de escritor de cuarta categoría y me aproximo a ser un futbolista de barrio, un revisor de pruebas, un comensal de historias en la mesa de mis padres, un durmiente extenuado y en la mañana del próximo día un correcto profesor ¿Seré o no seré eso? Mañana lo veremos... si lo soy me avisan..
Ustedes saben cuando me encuentren en: mi casa, en la calle, en los pasillos del colegio o en una cancha de fútlbol. Ustedes deciden.
2 comentarios:
esta escogiendo ser un escritor de cuarta.
Sí
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