martes, septiembre 19, 2006

Experiencias como observador

La caída de las teorías totalizantes abrió las puertas a las posibilidades del observador de transformarse en un elemento protagónico en la construcción de la realidad autorreferencial. Cómo todo observador mi realidad se presenta como información dentro de las posibilidades, perspectivas y medios que tengo al realizar distinciones selectivas de mi entorno. Posibilidades prediseñadas por mis limitaciones y propias selecciones estructuralmente construida y operacionalmente clausuradas para otro observador. Por lo tanto, no escapo a mi contexto y mi trasfondo de vida, las que son capaces de distorsionar mis experiencias con las cuales me aproxima a mi realidad.
Mis conocimientos de la realidad no se basan en ajustes con algo externo, me encuentro imposibilitado de contactarme directamente con mi entorno. El no es neutro, está contaminado con mis formas de aproximación.
Mi aproximación al conocimiento se hace posible al indicar y describir observaciones, que son distinciones que hacen posibles otras distinciones. Que se transforman en observaciones generadas desde la diferencia. Finalmente más que la verdad objetiva me centro en las explicaciones descriptivas de mis distinciones que son producto de mis observaciones en el marco de la autorreferencialidad.
Arnold diría:
La acción de explicar es la única posibilidad que dispone un observador que no puede acceder a una verdad, que siempre está afuera de sus posibilidades de observación.
Toda observación debe ser contextualizada a las perspectivas asumidas por sus observadores.
Al no haber apelación posible a la objetividad, se admiten sus distintas versiones, cada una de las cuales puede constituir un dominio de significación.
Múltiples universos de significación pueden, sin afectarse, coexistir simultáneamente (11).
Todas las apelaciones a racionalidades y fines operan en contextos explicativos delimitados por un observador y no por algo externo a él.
La apropiación del sentido y no la distribución cuantitativa de cosas y eventos es lo que interesa al investigador.
El investigador social es un observador externo, especializado en la observación de observadores, esto es: un observador de segundo orden.
En conclusión me aproximo a la complejidad de la realidad con mis mecanismos de reducción de la misma limitados estructuralmente y clausurados operacionalmente. El resultante de la operación es evidente sólo para el constructor y materia de observación y distinción para otro observador.

2 comentarios:

Laucha dijo...

Y por tanto toda explicación es solo una explicacion de caracter adaptativo, nunca una representacion ni una fotografía de lo observado, que, por lo demás, se ve afectado estructuralemente con la tan sola presencia del observador. Lo cual conduce a un dinamismo que nos puede llevar al borde del solipsismo, en esta construcción enactuada de distinciones como si se refirieran a algo en el mundo, lo cual a su vez conduce a interpretar el conjunto de estas distinciones como si fueran informaciòn, lo cual no existe.

Elias dijo...

adaptativa y autorreferente, contigente y esporádica, centrada en la interface de lo que soy, fuí y pretendo ser. Mi estructura determinada opera en construcción de mi observación, eso limita la posibilidad de la verdad objetiva, por que no existe.
Muchas científicos escapan al solipsismo por encontrarlo "anti científico". Yo nó, creo que es un acto de sinceridad, en la cual mis distinciones son permanentes selecciones de mis obervaciones, intencionadas, a veces, que me potencian mi singularidad.

Se agradece tan buen comentario. Entre tantas divagaciones pseudo fundamentadas.