jueves, agosto 31, 2006

Asco

Ingreso a la pieza, es oscura, sus paredes están tapizadas por unos cuadros impresionistas y uno que otro adorno de mal gusto, dos sillones decoran este pequeño espacio y una mesa de centro sin nada sobre su superficie es el elemento que marca la disonancia de tan lúgrube lugar.
Me siento junto a él, no lo puedo evitar, mi cara demuestra el asco que tengo por estar al lado de tan vil ser humano, un tipo que generó dolor en tantas familias, que justificó el exterminio por el sólo hecho de pensar diferente, una escoria humana que secreta un olor putrefacto. No quiero hablarle, creo que no vale la pena, su mirada está perdida y bifurcada entre sus pensamientos y su odio, no puedo tolerar tanta inmundicia pero estoy aquí, quizás el destino quizo esto, puede ser que sea una prueba de fuego para evaluar mi capacidad de resistencia a tan cruel suceso, en fin no quiero cuestionar mi llegada sí la capacidad de aguante que desarrollo para permitir vivir este oscuro momento de mi vida.
Lamentablemente es inteligente, oculta su perversidad en su supuesto olvido, su rostro está desencajado pero creo percibir que se mofa de sus actos y la impunidad con la cual sobrevive, creo que se burla de mí, creo que es un infelíz que todavía mantiene el poder, a pesar de mearse y estar totalmente decrepito, se da el lujo de estar libre y poder gozar del privilegio de desplazarse por espacios que el prohibió a muchos por su capricho y desquiciamiento.
Su barriga es pronunciada, sus ojos melancólicos, su cabellos canoso y sus extremidades sobrantes. Realmente no lo creo pero su actuar es tan coherente con su discurso que no hay forma de probar lo contrario. No es su fisonomía lo que me perturba sino no saber que piensa, me angustía creer saber lo que piensa y no poder corroborarlo, percibo que me menosprecia que se burla de mí que sabe que no le puedo hacer nada ni yo ni nadie y eso me deprime.
Tengo frente a mí un cuchillo deseo utilizarlo para quitarle la vida y reparar tanto dolor de muchos que han sufrido con sólo su desagradable presencia pero no puedo caer en el mismo juego que critico, nadie me impide soñar ni pensar, nadie me puedo prohibir creer ni confiar en la justicia, pero sé también que es una ilusión el estar aquí es una narración de ficciones que alteran mi conciencia.
Me apresto a abandonar la pieza en la cual tuve la oportunidad de compartir un espacio con este monstruo, tengo la certeza de haber echo lo correcto hubiese sido muy fácil eliminarlo pero con ello lo hubiese liberado del privilegio de ver cómo algo inexplicable para la razón lo mantiene vivo sufriendo y pagando todo su mal y lo perpetua en su dolor que es el dolor de muchos que en algún momento sólo pensaron que algún día todo iba a volver a la normalidad.
Salí de esa pieza con una horrible sensación de hastio me espera un día laboral que tengo la certeza no va a ser el mismo de siempre, mi vida cambió, ya soy otro lamentablemente no fuí capaz de hacer lo que tendría que haber echo, pero mi conformidad es que puedo transitar tranquilo por las calles y dormir con la conciencia tranquila.

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