En algún momento de mi vida pensé que una buena película de terror era capaz de generar tantas alteraciones del sueño y pesadillas que me sería imposible dormir por días. Esa conjeturas nacian de los comentarios que hacían mis amgos referente a los efectos que estos film causaban en ellos y como repercutían en su estabilidad emocional. Más de alguna vez omitimos ver alguna película por el temor de las secuelas que podrían dejar tan impresionantes artefactos de alteración de los sentidos. Remotarse a mi adolescencia y sufrir el pánico de mirar (junto al perverso de mi padre que permanente me metía miedo) Drácula, con algunos años de más pero muy bien encarnado por C. Lee, o las pesadillas donde Fredy Kruger hacía de las suyas en los sueños de adolescente con vidas superfluas, era en su momento un pecado para mi equilibrio emocional, pero una sana tentación de atreverme a trapasar los úmbrales del temor y someterme a la deliciosa tortura del horror.
Como no recordar el desquiciado protagonista, maestro Nicholson, de "El Resplandor" con toda su psicosis encarnada en lo más profundo de su ser o la esplendorosa entrada a esa casa tétrica donde habitaba la niña protagonista del Exorcista (obviamente la primera, aunque la tercera no es mala). Esos momentos eran terroríficos, ya que, jugaban con nuestra imaginación, nos dejaban construir el imprediscible futuro de los protagonistas, manteniéndonos por segundos en el suspenso de lo que vendrá. Era un delicado juego, ajeno de grandes efectos especiales o estreduosos ruídos, entre el espectador y el director. En el que el espacio para la creación psiquica estaba dado por la imaginación de cada espectador.
Lamentablemente hoy no pasa lo mismo, será que estoy más viejo y nada me asusta (obviamente referido al tema) o que los efectos especiales dejaron de lado la posibilidad de imaginar. Hoy los ruídos estruendosos se confunden con el terror, las imágenes distorsionadas y cada vez más explicitas se tratan de fundir con el pánico. Cosa que se aleja mucho de las sensaciones que me generaban los viejos films de terror.
La última incursión al cine, junto a mi media naranja (complemento perfecto de mi ser), fue para ver "La Profecia", versión de un clásico de terror de los ochentas, que obviamente ví por televisión nacional de Chile, único canal que podía ver en Puerto Natales.
La verdadera "Profecia", que era la primera y única para mí, narraba la historia de un niño que es el anticristo en persona, que nacía en una familia burguesa y desarrollaba sus tentáculos del mal generándo una serie de muertes y maldades en todos los espacios por donde pasaba. Aunque suene absurda la historia a mí me dió, en su momento, harto miedo.
"La Profecia" que fuí a ver esta última semana más que miedo casi me deja sordo. Por favor y no es broma, si tienen la posibilidad de ir al cine y quieren pasar una rato agradable, no se sienten junto a los parlantes de las paredes de la sala, van a terminar con trauma acústico.
No sé que experimento científico hicieron para creer que reventarte los tímpanos con ruidos increiblemente impactantes pueden causar algún tipo de miedo.
Aunque parezca viejo prefiero las películas de terror de antes, que sin efectos especiales grandilocuentes y sonidos veintemil punto uno, estereosimos. Se disfrutaban por la sutileza del director de impregnar a través del silencio, los ritmos y los espacios de creación compartida con el espectador, escenas que realmente eran recordadas por la terroríficas que podían ser.
Adios.
Y en todo caso. Viva el cine.
P.D: ¿Existe algo más grande que los Beatles?
5 comentarios:
Quizás más que las películas era el contexto siuacional. Las pocas de ver algo distinto. De sorprenderse y cambiar la rutina. Hoy está todo a mano y digerible, Quizás eso mató el sueño. Por eso tratan de rememorar la películas antiguas. Pero no es lo mismo.
Un gusto estimado. Ojalá le vaya espectacular.
Obviamente ese Nosferatus con largos dientes y una cabeza bastante desporpocionada con su cuerpo. Geniales son el uso de la música como también la imágen. Comparto la sensación de suspenso que producían esas películas y como repercutían en nuestra capacidad de crear nuestros propios film en nuestras mentes.
Hola Profe,
Soy una alumna del 1º Medio y estoy viendo su blog y me parese muy interesante, ya que a la ves yo tengo uno aunque no tiene nada ahora pero igual.
Pero volviendo al tema, lo de las peliculas de terror a mi no me dan miedo, ya que cada ves son mas raras y son muy dificil de creer asta para un niño pequeño,creo que usan mucha fantacia, quizas por eso algunas veses salen algunas peliculas muy buenas, pero tampoco me asustan, todo ha cambiado hoy en dia, y quisas ya las peliculas de terror seguiran siendo mas, pero cada ves mas vistas o viseversa, ya que la gente, tiene otras perspectivas y quizas si se asusta ajja
Bueno Eso era ****
ya,
chao
Quizás el encanto de la sorpresa se perdio, hoy todo es explicito, ya nada es oculto, la realidad supera la ficción y la sorpresa no está en la imagén. Quizás este en la insinuación de los inesperado.
Agradecido por tu comentario
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