Hace rato me aburrí de calificar a los otros y comencé un ejercicio de reconocimiento personal. Que son imbéciles. Cómo pueden vivir una vida tan insípida. Que diálogos más pueriles. Que estupidas sus vidas y proyectos, eran unos de los calificativos que frecuentemente emanaban de mis descripciones que construían las versiones de mi realidad. Cómo toda realidad nunca se desapega de quién la emite, construí mi mundo en función de otros y pretendía hacer creer al resto que lo que me interesaba a mí era lo realmente importante.
De un tiempo a la fecha me dí el tiempo de observarme en el espejo y cómo toda película que se mira por más de una vez, me dí cuenta que muchos de los problemas estaban en mí. No puedo desconocer que muchas de las imbecilidades que encontraba en los actos de los que me rodeaban las sigo afirmando, pero más que quedarme en la crítica, trato de ver la mitad del vaso lleno, aprender a escuchar, ponerme en el lugar del otro, comprender más el cómo que el qué, han sido uno de los ejercicios que me han permitido sobrellevar mi carácter algo complejo y convivir en la diversidad.No niego que es un ejercicio complejo, más aún, agudizado por la permanente y necesaria contrucción de certezas que me sirven para confirmar el sentido vital que me permite sobrevivir, pero es un acto gratificante que me llena de energía para renacer cada mañana y darme cuenta que es necesario darse un tiempo para vivir cada minuto del día a concho y dejar de pensar en el mañana, que cuando llegue se verá como se afronta.
De un tiempo a la fecha me dí el tiempo de observarme en el espejo y cómo toda película que se mira por más de una vez, me dí cuenta que muchos de los problemas estaban en mí. No puedo desconocer que muchas de las imbecilidades que encontraba en los actos de los que me rodeaban las sigo afirmando, pero más que quedarme en la crítica, trato de ver la mitad del vaso lleno, aprender a escuchar, ponerme en el lugar del otro, comprender más el cómo que el qué, han sido uno de los ejercicios que me han permitido sobrellevar mi carácter algo complejo y convivir en la diversidad.No niego que es un ejercicio complejo, más aún, agudizado por la permanente y necesaria contrucción de certezas que me sirven para confirmar el sentido vital que me permite sobrevivir, pero es un acto gratificante que me llena de energía para renacer cada mañana y darme cuenta que es necesario darse un tiempo para vivir cada minuto del día a concho y dejar de pensar en el mañana, que cuando llegue se verá como se afronta.
5 comentarios:
Ves que ya eres un encanto
me gusta esa analogia con el clasico problema para estudiantes de filosofia: ¿el vaso esta medio vacio o esta medio lleno?. ¿que tiene mas preponderancia en la construccion de mi realidad; el infierno de los otros o la eleccion del si-mismo?.
por lo menos yo, cuando me siento "psicologicamente" fuerte me situo del lado lleno del vaso, de mis acciones y mis opciones, pero no siempre ando asi. es facil echarle la culpa al mundo y bastante comodo, ademas de que hay muy buenos argumentos para hacerlo.
Jajjajajaa.... Muy buenos argumentos para justificar todo. Pero sabes que es bien entretenido reflexionar en el logro más que en los fracasos. Cuando inicio algo, generalmente tengo 5 elementos a mi favor de 20, con 7 ya sumé dos, lo otro, puede llegar con el tiempo, pero ¿que habré realizado mal para no lograr más que 7?, ¿Dónde están las comunicaciones mal comprendidas? o ¿Los consensos no consensuados? ¿Cuál será mi responsabilidad? ¿Cuáles son las variables del medio y como esas condicionan acciones? ¿Serán exclusivamente los otros los culpables de mi frustración? .....mmmmm... Por ahí ando buceando. Aunque nunca tan autoflagelante ni permisivo. Como dijo alguien por ahí, "La cosa está en el equilibrio" "ni chicha ni limonaaa"
Saludos
Mensaje a ROmina:
Me siento afortunado en la valoración de la evolución de mi etapa primitiva, espero lograr la transfiguración pronto.
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