Bob

De un tiempo a esta parte, he sentido la necesidad y más aún, la curiosidad de conocer los motivos que llevan a los automovilistas a tener diferente tipo de monos y/o peluches en sus autos.

He visto de todo. El tierno gatito blanco de peluche. El perrito con cara de desamparado, en vehículos de algunas chicas. Un osito colgante en las ventanas posteriores de los vehículos de algunos varones o algún adminículo con connotaciones sexuales en vehículos de machos extraventilados.

Creo que existen diversas motivaciones para la elección de estos peluches y cada una de ellas es un mundo aparte, que involucra una serie cantidad de sentimientos y proyecciones. No falta aquel que pretende, a través de un tierno peluche, demostrar a las feminas que pasan merodeando su movíl, su sensibilidad y lado femenino.

Quizás sea una forma de conquista encubierta, una manera de atracción que apunta a la fibra sensible de la presa a cazar. Más que una táctica, es la probabilistica la que posibilita que este extraño ser "pseudo tierno" hipnotice a aquella noble dama para que, desde lo más profundo de su sensibilidad, caiga rendida en la cama de este macho "tiernón".

Ese es un ejemplo de muchos. Existen lo que demuestran su poder masculino a través de calcominías de "niños maldadosos meones" o mensajes sugerentes. Son otras desviaciones de la misma especie.

Debido a tanta complejidad opté tener mi BOB ESPONJA. Este individuo, para quien no lo conoce, es un ser bastante polisémico. Con una personalidad extrovertida, logra cumplir sus sueños en la efusividad de su inocencia, que también se ve acompañada de su expontaneidad. ¿Por qué lo llevo colgado en la ventana posterior de mi auto? No lo sé, quizás sea mi alterego.

Si quieren averiguar ¿Por que tengo pegada la calcomanía de un Rottweiler en una de las ventanas laterales de mi vehículo? Ni pregunten....