jueves, junio 15, 2006

Crear en la incertidumbre

Que tranquila sería la vida si las certezas fuesen el único camino que nos posibilite el convivir. Lamentablemente, para quienes todavía creen en esa falacia, la incertidumbre es parte vital de nuestra existencia. Cuando nos movemos en la incertidumbre, tendemos a angustiarnos, debido a la falta de caminos iluninados que nos permitan transitar expeditamente al final de un sendero que nos ahorre tiempo y esfuerzo. Creer en la certeza, como único medio de la felicidad, es ser permantemente infelíz. Ser felíz es vivir y convivir en la incertidumbre, es enfrentarla con clara disposición a reducirla, pero nunca creyendo eliminarla. Las mejores decisiones que he tomado en mi vida, han sido en la incertidumbre máxima.
Por lo tanto, ante la incertidumbre predisposición a creer en uno mismo y en las posibilidades de transformación que puedes utilizar de tu entorno.
En una ocasión en una clases que compartía con unos estudiantes secundarios, les planteaba la importancia de investigar acerca de quien describe la historia que estan leyendo en los textos de estudio que entrega el ministerio de educación. Como ejemplo preliminar, les puse el primer ejercicio, diciéndoles: "Si ustedes se dan cuenta, en el libro se observan cuatros descripciones de historiadores que mencionan sus puntos de vista acerca de la colonia. Obviamente esta información es muy importante, por que nos permite tener antecedentes de personas que (se supone) manejan una amplia cantidad de información y nos permite argumentar y generar discrepancias acerca de nuestra mirada personal del fenómenos estudiado y confrotarla con la de estos erudítos. Ahora bien, pregunto al grupo de estudiantes. ¿Cuando este ejercicio cobra mayor relevancia? (luego de mi pregunta se genera un silencio en la sala) y continuo, cobra relevancia cuando somos capaces de darnos cuenta ¿Quienes escriben la historia? ¿Qué escriben? ¿Por qué escriben lo que escriben? ¿Qué no escriben? ¿En qué época lo escriben? ¿En qué lugar? y ¿En qué condiciones físicas y mentales?"
Algunos sonrien y otros dicen: "No será mucho profe". Y nos reímos al unísono.
Creo firmemente que es poco, además de creer que la intervención "no será mucho" no nace de pensar que es absurdor y exagerado profundizar en los detalles contextuales que menciono con respecto al autor, sino que es debido, a la perdida de certezas y certidumbre de averiguar que la persona que escribe no es (quizás) quien creo que era. O sea, no me representa, no comparte mis valores e ideales y por tanto, no es argumento válido para construir mi discurso.
Esa perdida de certeza en un comienzo confunde, pero posteriormente me permite crear un discurso y una mirada fundamentada acerca del fenómeno que estoy estudiando. Por lo mismo, transitar por la incertidumbre, es trasladarse a espacios de aprendizajes permanentes, descubrimiento de nuevas realidades, discursos, relatos y experiencias que me conmueven y me generan conflictos cognitivos que me transforman en un ser curioso, crítico y pensante, en el saber, hacer y el ser, que se construye en el indagar, críticar, comparar y establecer un discurso propio, trasladado socialmente a través del diálogo con mis pares en los espacios de convivencias útiles para este fin.
Se me escapa un detalle, los cuatro autores que aparecen en el texto (antes mencionado) planteaban una mirada similar del fenómeno, con algunos matices divergentes, pero que mantenía la estructura discursiva por un mismo camino. Construyendo desde una base ideológica similar.
¿No será conveniente confrontar miradas para lograr una opción de apropiación basada en la discrepancia?.

Eso sería.

Adios.

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